Saltaire fue fundado en 1853 por Sir Titus Salt, un industrial líder en la industria de la lana de Yorkshire. El nombre del pueblo es una combinación del apellido del fundador con el nombre del rio.
Salt traslado todo su negocio (cinco molinos separados) de Bradford a Leeds Liverpool canal, el río Aire y la estación de tren recién hecho. Uno de los motivos por los que trasladó su negocio a este punto fue para proporcionar mejor alojamiento a sus trabajadores y albergar su gran molino por un canal y un ferrocarril.
Un proyecto donde llevo a cabo construir limpias casas de piedras para sus trabajadores (mucho mejores que las barriadas de Bradford), lavaderos con agua corriente, baños, un hospital, así como un Instituto para la recreación y la educación, con una biblioteca, una sala de conciertos, billar, laboratorio de ciencias y un gimnasio. El pueblo también proporcinaba asilos, huertos y un parque.
Salt falleció en 1876 y fue enterrado en el mausoleo adyacente a la Iglesia Congregacional. Cuando el hijo de Sir Titus Salt, llamado igual Sir Titus Salt, murió, Saltaire fue tomada por una empresa que incluía a James Roberts de Haworth, quien había trabajado en el molino desde los doce años de edad, pasó a ser propietario de Saltaire, pero eligió invertir su dinero fuertemente en Rusia, perdiendo parte de su fortuna con la Revolución Rusa.
Saltaire fue nombrada Patrimonio de la Humanidad en el 2001 por la UNESCO, es decir que el gobierno tiene la obligación de protegerlo. Los edificios pertenecientes a la villa modelo están individualmente protegidos, con el nivel más alto de protección otorgado a la iglesia congregacional (desde el año 1972 conocida como la Iglesia Reformada Unida) que está protegida con el Grado I. El pueblo ha sobrevivido notablemente íntegro, pero se necesita una mayor protección: el pueblo está en cierto modo malogrado por el tráfico, puesto que el valle de Aire es una importante ruta Este-Oeste. Se propone una circunvalación para aliviar algo la presión del tráfico:
"Se ha suscitado preocupación sobre los planes recientemente anunciados por el Ayuntamiento de Bradford y Action Airedale para hacer una circunvalación a través de la zona de protección a ambos lados del lugar Patrimonio de la Humanidad y túnel por debajo del pueblo. Dentro de la vista del molino, el túnel seguirá la línea del ferrocarril y saldría detrás de la Iglesia Reformada Unida. Puesto que luego correrá a lo largo de la adyacente porción del canal de Leeds y Liverpool, también es probable que tenga un impacto en la zona de conservación. La ruta actual tendrá también un impacto de bosque semi-natural y el Woodland Garden of Remembrance en el cementerio de Nab Wood."
Querían que la ciudad fuera un juego y que otras formas organizasen el espacio. Querían alejarse de la razón europea y estar más cerca de la imaginación y las estructuras de la poesía. Los arquitectos brasileños Flavio Carvalhoy Lina Bo Bardi, y la escuela chilena de Valparaíso, influenciados por el suizo Le Corbusier, intentaron crear una ciudad utópica entre las décadas de los treinta y los setenta del siglo XX en Brasil y Chile. Hasta que los golpes de estado en estos países pusieron fin a sus sueños.
La muestra Desvíos de la deriva: experiencias, travesías y morfologías, instalada en la antigua biblioteca del Museo Reina Sofía de Madrid hasta el 23 de agosto, recoge algunos de los trabajos de estos artistas. Las comisarias Lisette Lagnado, de Brasil, y María Berríos, de Chile, han reunido más de 400 piezas entre las que hay dibujos, planos y fotografías de proyectos que nunca se llevaron a cabo, como el Palacio Municipal de São Paulo, y otros que sí se edificaron, como la casa de Flavio Carvalho en Valinhos (São Paulo), de 1956, o el pabellón brasileño de la exposición universal de Bruselas en 1958, de Sergio Bernandes. También se incluyen algunas de las obras de Le Corbusier.
"La muestra es el resultado de una reflexión sobre dónde está el progreso ahora que, además, se han cumplido 50 años de la construcción de Brasilia", explicó la comisaria Lagnado.
La exposición, cuyo excelente montaje se debe a Aurora Herrera, se ha conformado con dos entradas, lo que posibilita dos recorridos. En una de ellas, el visitante se topa con un artículo sobre la bomba atómica, símbolo de la huida de Le Corbusier a Latinoamérica y de cómo las utopías de la modernidad europea fueron malogradas por las guerras.
En relación a los motivos para unir Chile y Brasil, Lagnado apuntó más a las diferencias entre ambos países que a las semejanzas. "Chile representa la frontera, mientras que Brasil es el continente. Le Corbusier también tuvo una relación distinta con ellos. Brasil era la modernidad y Chile siempre se movió más en la ambigüedad", comentó Lagnado. En la muestra se observan también las referencias a las máscaras y la teatralidad, como el proyecto de Carvalho del faro de Colón, en República Dominicana.
Ecología y utilidad
La comisaria adjunta, Marías Berríos, destacó a su vez las "propuestas protoecológicas" de muchas de las ideas de la escuela de Valparaíso. En ella "se buscaba la fusión con la naturaleza, relacionar aún más la ciudad con el viento y el mar que le rodea", añadió Berríos. Había en estas construcciones también un deseo por relacionar "la ecología y la poesía, basadas en un utilitarismo" del espacio, según manifestó el director del museo, Manuel Borja-Villel.
A pesar de que la mayoría de estos proyectos sólo pueden entenderse como arquitectura en papel, para María Berríos "la invisibilidad por su marginalidad también es una forma de acción".
Fueron proyectos utópicos, que se convirtieron en distopías. Muy alejados, eso sí, de la idea actual de la ciudad como parque temático. "Aquellos arquitectos construyeron para jugar; hoy se hace para que gastemos", reflexionó Borja-Villel.
JOSEPH PAXTON
Arquitecto y paisajista inglés, conocido sobre todo por su proyecto para el Crystal Palace. Trabajó como jardinero a las órdenes de William George Cavendish (sexto duque de Devonshire) en Chatsworth, Derbyshire, y allí se inició en la construcción de grandes invernaderos. Basándose en esta experiencia proyectó una sala de hierro y vidrio para la primera Exposición Internacional celebrada en Londres el año 1851. Este enorme edificio de 600 m de longitud se conoció con el nombre de Crystal Palace (palacio de cristal), y fue la primera estructura construida en su totalidad con piezas prefabricadas. Paxton también fue uno de los arquitectos paisajistas más importantes de su época y entre sus obras se encuentran numerosos jardines públicos y privados, como los de Chatsworth, el Crystal Palace y
Fue uno de los arquitectos más activos a finales del Antiguo Régimen, protegido de Madame du Barry, amante del rey Luis XV, y autor de dos de las más importantes obras públicas de la época: La Salina real de Arc-et-Senans (declarada patrimonio de la Humanidad en 1982) y las «Barrières» de París, el cerco fiscal que la Ferme générale levantó para recaudar impuestos —entre ellos la gabela, el impuesto de la sal—, una barrera de 24 km y 6 m de altura con 60 barreras o puestos de control que algunos autores consideran una de las causas que más contribuyó al descontento de la población que culminó en la Revolución francesa en 1789.
Su papel como arquitecto ha suscitado mucha controversia y pasó del reconocimiento al más absoluto desprestigio en el siglo XIX: todavía en vida Quatremère de Quincy ya le acusaba de haber sometido la «arquitectura a géneros de tortura» y en 1832, Victor Hugo se preguntaba: «¿Acaso hemos llegado a un extremo tal de miseria tal que tengamos que admirar las barreras de París»?. Sin embargo, a lo largo del siglo XX su figura ha sido reinvidicada: en 1933, Ernest Kaufmann, le señalaba como uno de los precursores de la arquitectura moderna; en los años 1960 fue considerado como un utopista; y, desde finales de los 1980, fue uno de los referentes de los postmodernos, que encontraron en él un antecedente y una fuente para sus propuestas.
Aunque su carrera apenas duró 25 años —tras la Revolución apenas volvió a construir—, realizó bastantes obras, pero la mayoría de ellas fueron destruidas en el siglo XIX.
LA UTOPÍA DE CLAUDE-NICOLAS LEDOUX
Alrededor de las Salinas Reales, Ledoux formalizó sus conceptos innovadores de un urbanismo y de una arquitectura destinada a buscar una sociedad mejor, de una Ciudad Ideal cargada de símbolos y de significados. Está considerado, con Étienne-Louis Boullée y sus proyectos de Cenotafio de Newton o de basílicas, como uno de los precursores del utopismo. Él fue el precursor del Falansterio de Charles Fourier en el siglo XIX, o del Familisterio de Guise de Jean-Baptiste André Godin.
Desde 1775, él había presentado en Turgot los primeros bocetos de la villa de Chaux, en la cual la Salina Real debía formar su centro. El proyecto constantemente perfeccionado fue grabado a partir de 1780.
Utopista radical de la arquitectura, fue profesor de laReal Escuela de Bellas Artes, creó un singularOrden Arquitectónico: una nueva columna que consiste en alternar piedras, una cilíndrica y otra cúbica superpuestas para lograr un efecto plástico. Esta época se caracteriza por una vuelta a lo antiguo, al despojamiento, al gusto por un estilo más "rústico".
Owen, Fourier, Considérant, Cabet y otros representantes de la corriente llamada “Socialismo Utópico” precocinan nuevas formas de asentamientos humanos más perfectos, capaces de resolver los problemas creados por la urbanización galopante y de disolver la oposición entre campo y ciudad.
La Revolución Industrial es el acontecimiento histórico clave en torno al cual nace este movimiento, proporciona también la solución del problema y posibilita la construcción de una nueva sociedad mejor.
Para los socialistas Utópicos, cierto racionalismo, la ciencia y la técnica deben resolver los problemas planteados por la relación de los hombres con el medio y entre ellos. Los primeros socialistas constituyen sus modelos de asentamiento humano partiendo de una crítica radical de las ciudades de su tiempo.
Entre estos socialistas se encuentra Víctor Considérant (1808-1893), politécnico, ingeniero militar y principal sostenedor de las ideas furieristas después de la muerte de Fourier, fundador de diversos falansterios que fracasaron, presentan los principales motivos de crítica y los nuevos valores que los socialistas oponen a la “nefasta” realidad urbana de ese momento.
He aquí unos fragmentos de algunos de los textos de Considérant, que hacen referencia a la situación de la época, de estos textos también podemos determinar algunos de los más importantes principios del socialismo utópico.
CAOS ARQUITECTÓNICO “¿queréis conocer y apreciar la civilización en la que vivimos? Subid al campanario del pueblo o a las altas torres de Notre-Dame. Al momento, un espectáculo de desorden herirá vuestros ojos: construcciones de todas las épocas y apariencias, que se ocultan y se privan el aire, la visión y la luz las unas a las otras. Es un combate desordenado, un espantoso caos arquitectónico.”
SUPERPOBLACIÓN “Hay en este París un millón de hombres, mujeres y desgraciados niños apiñados en un recinto angosto, donde las casas se oponen y se aprietan, elevando y superponiendo sus seis pisos aplastados; seiscientos mil de esos habitantes viven sin aire ni luz, en patios sombríos, profundos, viscosos, en sótanos húmedos, en graneros abiertos a la lluvia, a los vientos, a las ratas, a los insectos.”
DESIGUALDAD “La unión del lujo y la miseria: he aquí el complemento del cuadro… En nuestros pueblos, en nuestras ciudades, en nuestras grandes capitales, el hombre no está alojado: pues yo llamo también al trapero que busca en la noche, linterna en mano, y busca la subsistencia en los montones de basura que remueve con un gancho; tanto él y sus numerosos hermanos de miseria como a los hombres de la Bolsa y de los castillos. Y llamo alojamiento del hombre a una habitación sana, cómoda, limpia, elegante y confortable en todo.”
A continuación planteamientos de Considérant sobre el su modo de concebir la arquitectura.
Proyecto de falansterio, diseñado por Considérant. La parte central estaba destinada a los talleres y almacenes. Las alas laterales, con amplias galerías en la parte superior para comunicarse, constituían los departamentos familiares. Citas:
“Dado el hombre, con sus necesidades, sus gustos e inclinaciones innatas, determinar las condiciones del sistema de construcción más apropiado a su naturaleza (he aquí la misión del arquitecto).”
“este arquitecto, se encuentra desde el principio, frente a la opción siguiente: a) Una casa aislada para cada familia. b) Un edificio unitario para la reunión de familias que componen la comunidad.”
“la economía, la comodidad, la facilidad de las relaciones y de los servicios, los atractivos de toda especie, todas las conveniencias materiales, sociales y artísticas abogan por el segundo sistema."
“Desde el momento, optando por la arquitectura societaria, el artista está en el camino del cálculo de los destinos; descubre cada vez con mayor detalle, buscando las bases de su proyecto, todas las condiciones de la vida societaria, que no son otra cosa de las deducciones naturales y prácticas de las necesidades, gustos e inclinaciones innatas del hombre.”
“Y es así como especulando sobre la arquitectura más adaptada a la naturaleza humana se encuentra necesariamente la forma social más adaptada a esta misma naturaleza.”
“Las relaciones ‘societarias’ imponen a la arquitectura condiciones distintas por completo a las de la vida ‘civilizada’ No se trata de construir un tugurio del proletariado, la casa del burgués, la mansión del agiotista o del marqués. Será el palacio en el que el hombre debe vivir.”
En la segunda mitad del siglo XIX la revolución industrial "obligó" a muchos obreros a trasladarse a la ciudad, teniendo, de esta manera que ampliar ciudades o incluso crear algunas nuevas. Algunos teóricos de la época comenzaron a idear como debían de ser estas ciudades, pero por una u otra causa algunas de estas ideas jamás llegaron a realizarse, y se les clasificó como socialitas utópicos, y a sus ciudades como arquitectura utópica.
Éste no es el caso del familisterio del que se va a hablar, ya que gracias a Jean-Baptiste André Godin el proyecto llegó a realizarse.
En ésta "ciudad" se alojaron más de 1000 habitantes, y aun hoy en día sigue existiendo y continua en uso, aunque no con el mismo fin con el que fue construido - alojar a las familias de los trabajadores de la fábrica - pero sí teniendo dentro de sí familias.
Esta obra hace ver que el Jean-Baptiste era un gran ingenioso en el tema, ya que hay que percatarse de que casi todo el conjunto sigue intacto, así como la forma de la construcción - teniendo tres bloques, pudiendose construir en diferentes fases para poderse adoptar a las diferentes situaciones-.
La obra arquitectónica estaba hecha para albergar a un gran número de personas, teniendo condiciones para una optima salud - teniendo en cuenta la época - de los habitantes así como los medios tecnológicos más actuales.
Con todo esto, no hay que olvidar que Jean-Baptiste era un idealista, un político que heredó los pensamientos de Charles Fourier, uno a quienes Marx denominó socialista utópicos - anteriormente mencionados-, plasmando fielmente los pensamientos de éste en su obra
Ebenezer Howard (1850 – 1928) fue un notable urbanista británico.
Howard no era arquitecto, sino reportero y publicó el libro: “Las ciudades jardín del mañana”. Este volumen corto y sencillo tuvo un profundo efecto en el diseño de las ciudades.
Estudió en las escuelas rurales y vivió en Chicago de 1872 a 1876, mientras la ciudad estaba siendo reconstruida después del gran incendio. Allí vivió en un lugar con una estructura social abierta, donde la gente con ideas innovadoras podía esperar aceptación y éxito, una atmósfera muy diferente de la estructura de clases de Inglaterra en ese momento.
En 1898 publica sus teorías acerca de la ciudad jardín, que influirá poderosamente en el urbanismo de los Estados Unidos. El modelo que propone Howard pretende aglutinar todas las ventajas del campo con las de la ciudad, evitando los inconvenientes de ambos. Se trata de una ciudad en equilibrio, donde se compatibilizan actividades agrarias e industriales en un medio ambiente de cuidado que favorece el estado intelectual y la vida sana.
Los principios colectivistas en los que se inspira, en la línea de socialismo utópico imperante en aquellos años, se ven compensados en la ciudad jardín por la preferencia hacia la vivienda unifamiliar propia de las capas medio-burguesas.
A finales del siglo XIX, cuando el abandono de las llamadas “utopías urbanas” parecía definitivo, surge un movimiento de reforma que asume algunosde los aspectos que identificaron a los utopistas. La búsqueda de una forma de vida distinta, parte de la idea de que la ciudad industrial padece de una serie de enfermedades incurables; el sobredimensionamiento de las aglomeraciones, entre otros males, había destruido la “sana relación del hombre con la naturaleza”.
Howard funda en 1902 la First Garden City Ltd y en 1903 se inicia la construcción de la primera ciudad jardín, Letchworth, a 50 km de distancia de Londres, proyectada por los arquitectos Barry Parker y Raymond Unwin.
Los primeros conceptos:
·Él empezó a desarrollar entonces una nueva clase de ciudad que traería más vida a las áreas rurales y combinaría la belleza y salud del campo con el trabajo en una moderna oficina o en la industria
·Empezó pidiendo al lector que se imaginara un espacio de 6000 acres que se compraría por bonos asegurados con una hipoteca en la propiedad. Esta propiedad pertenecería a un fideicomiso, que construiría una comunidad para 30.000 personas en una sexta parte de la tierra, dejando el rsto libre para continuar como tierra agrícola.
Desarrollo:
·Al centro de la ciudad nueva estarían las instituciones que servían a la comunidad entera: el palacio de gobierno, la galería de arte, el teatro, la biblioteca, la sala de conciertos y el hospital. Estos se rodearían por un parque flanqueado por un palacio de cristal, que se podía considerar el antecedente directo de los modernos centros comerciales.
·Alrededor del centro están las áreas residenciales de la ciudad que, proveen construcciones de diferentes tamaños y para diferentes niveles, desde el más modesto al opulento.
·En el perímetro están las fábricas, servidas por una vía del ferrocarril circular. Más allá de las fábricas la comunidad completa está rodeada por tierra rural, que permanecería para siempre en ese estado.
Las imágenes muestran el desarrollo de la nueva ciudad de Ebenezer Howard.